Blogia
Arianna

El despojo

Deambulabas con tu vestido sensual en la estación del metrotrén...tu rostro triste y confuso, me hizo pensar que habías llegado tarde a tu cita y ya nadie te esperaba. Cada cierto tiempo, voces masculinas te susurraban - ¿Cómo estás, preciosa?- Tú seguías erguida ante la ventanilla, esperando tu turno. Fue entonces cuando rozaste mi cremallera, me agitaste con el solo contacto de tus dedos curiosos, recorriéndome nerviosa y frenética. Me sacaste del estado de letargo, me miraste con tus grandes ojos marrones, en ese momento, sólo tu mirada y tu tacto existían. Satisfecha retiraste tus dedos, dejándome como un muñeco de trapo, exiliado en el rincón oscuro con la boca abierta...hiciste sonar las monedas, ya me habías utilizado...te olvidabas de mí... volvía a ser el monedero renegado a tu bolsillo derecho.

ARIANNA

0 comentarios