Nosotros y los otros

Aire
sol
días
meses
años
dejamos nuestras capas
sobre el pavimento
en silencio
serpientes mutantes de piel
nos deslizamos por los suburbios
con los sueños moliendo nuestras espaldas
Rostros mudos
ajenos vacíos
la vida se desplaza
violentamente

Nosotros
sin huellas
sin marcas
sin estigmas
abarcamos el espacio
en la danza de los muertos
que acarrean sus pertinencias
a la deriva
en el río
donde nuestros ojos se reflejan
y se convierten en las estrellas
que apagan los ojos de los otros

Los otros
en la ciudad
esperando
el alarido parido de sus entrañas
con
Hambre de fe
Hambre de verdad
Hambre de ser

Nosotros
en esta soledad
pariendo historias
con las manos
gastadas de roer
caminos desconocidos
Abriendo los ojos
encegueciendo a los otros
a los vivos de piel
que conducen sus cadáveres
por el tranvía diariamente.