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Arianna

Para Soñarte

Desde la soledad de mi isla sin faros ni lámparas
en la oscuridad perenne de mis días y noches
derramo palabras como racimos que se desgranan
sin recipiente que los contenga...

Mi soledad se eleva
planea en los hemisferios clandestinos
en las costas desoladas y frías
allí donde el témpano y el grito se unifican
donde se desgarra el hielo y cae en la inhóspita indiferencia
del mundo...

Mi voz perdida entre granos de arena
se adhiere a mis labios
es la soledad que besa mis cicatrices
y liberta mis sueños
allí donde tierra y cielo se besan en una línea constante
trepo cada tarde
para soñarte...

A espaldas

Extraños...
los párpados caídos
axiomas drenados en tu lengua
la luna y su rito en tus ojos...

Caminas
a espaldas de mi nido
diáspora dispersa en los azules imaginados
mi grito es un susurro para tu silencio...

Me empequeñezco
en la ficticia idea de retener tu esencia
mas el ritmo vertiginoso de tu danza
me esclaviza a mi tierra
y vuelvo a ser la mujer de los hilados...

La dualidad
los opuestos
la que prometió sellar los labios
y seguir a espaldas del precipicio
cavar la fosa
retener los recuerdos
y esperar fisuras y polvo de mis huesos.

perdidos en el ombligo del mundo...

Estamos en el ombligo del mundo
sentimos que las manos se mueven y balancean
las palabras quedan en las piedras
mientras los otros avanzan
y arrancan sonidos de sus expresiones

Respirar la vida es una tentación
mientras las caderas se balancean
mientras las manos se elevan
y giramos sintiendo los timbales en nuestros corazones...

Entonces la elección es llamarte en la inmensidad de la noche
me oyes ... me ves
y, sin embargo, pese a estar en el centro
permanecemos en silencio

¡Nosotros los elegidos!

Hoy callamos, cerramos nuestras ventanitas
y bailamos en la soledad de la noche
mirando el universo
perdidos en el ombligo del mundo...

Arianna

Rastros

Los árboles se enredan entre los vidrios
es el paisaje triangular más allá de lo que permiten los códigos
en este miserable suelo que se resquebraja cada vez que pisas con más fuerza de la que quisieras

Frágiles seres que se desmoronan detrás del hielo
te cuento una historia y espero a que te creas mi héroe
sentir el rugido de tu alma aunque me lo niegues

Puedo... sentir tu respiración como se agita
y te giras para que el mundo no lo perciba...
sientes que la vida se gatilla en tus dedos
Niegas lo que sientes
Como puedo negarme a sentir
Puedo no contestar los monólogos con los que decoro mi cuarto

En este instante el aire que se filtra y te estremece
aún estoy allí
oculta entre tanto papel añejo
entre tantas palabras escritas que se dicen al viento
entre el sur y el norte el punto de comunión es mi presencia...

Oculta en el mutismo absoluto, personal y crudo
transitar por las calles granizadas sin resbalar
sin dejar rastros ...

Desaparecer,mutarme en silencio
¿lo sabes, amor?
¿lo intuyes?
Soy la sacerdotisa que avanza hacia el patíbulo
infinitas veces
hasta despertar de este sueño que se ha vuelto verde...
hasta descarnar el hechizo y elevarme
lejos
donde las voces por fin se hundan en el mar...

Entrada al metro

Desciendo las escaleras alcanzo el metro
emprendo los pasos dentro del azul desierto
y libero la sensación de estar atada a los designios de quienes impusieron
los decálogos frente a mis ojos vidriosos...

Descansar de mi esquizofrenia
de las persecusiones
de los allanamientos
de los interrogatorios
de los que predicen
de los lamentos
de esta urbe frenética y dormida
antítesis de mi voz
de mis búsquedas detrás de espejos
vértigos que se alojan en mi estómago
que hacen estallar mi elemento

Correr
enredarse en la selva de quienes no tienen rostro
entre los que me ignoran
entre las vísceras de los que caminan como ganado al matadero

Despertar
oler
saborear
oír
sentir
el camino hacia mi liberación...

La penumbra de mi memoria

El llamado es un lamento que oscurece el alma,
Un negro pozo danzando a través de mis desérticas noches,
Buscando la ruta de los astros, el oculto paso que me lleve de regreso
A las piedras y al fuego acompañantes de mi antiguo canto,
Cuando las olas besaban cada gramo de grava,
Cuando el hambre aún no hendía el espíritu...

Oír mi voz por sobre esta ciudad de hielo,
Fracciones de imágenes,
Siluetas cubiertas por el eterno azul...
Desnudar,
Desenvolver la piel,
Comprender la médula...

Percibir en el canto de liberación mi carne viva,
los cirios encendiéndose,
el mar recogerse...
Mi historia abriendo surcos en las arenas del tiempo...
Danzando bajo las mismas estrellas que hoy nos cubren
Lejanas, misteriosas, ausentes...

Evocar las palabras precisas para fusionarme a lo que ha permanecido inconcluso hasta hoy.

Mi fe expuesta,
Mis manos laceradas,
Retrocedo ausente, extraña, perdida,
Reiterando los errores, agotando los designios...

Mis pasos en el asfalto se moldean
Dialéctica relación entre la penumbra de mi memoria y el presente.

Es solo el llamado un lamento que oscurece el alma...

Exijo el aliento antes de descender a la tierra,
Oír mi canto por última vez,
Antes que el quebranto de mi cuerpo,
Se resquebraje sobre esta hierba estéril...

Azul...mutilado

Azul... dijiste
tan fácil y concreto;
azul... me dije,
mientras las lágrimas rasgaban mi rostro...

¿Por qué azul?

Las palabras siempre dagas cercenaron el silencio.

Ella, la otra, giraba y se movía ante mis ojos...

azul... mutilado

En mi ciudad de cristal el granizo abre las heridas
infestadas

En el centro sigue danzando el azul,
aquí estoy yo exiliada de tu mundo convexo.

¡Aquí estamos desde siempre en esta tierra!

Yo siempre desnuda. Ella siempre vestida de azul.

Plesiosaurio

Acumulamos un cono de cieno,
depositamos el don al borde de los riscos,
fortalezas abovedadas nos observaron pacientemente como dominábamos el mar,
otros eran los que surcaban los aires con sus alas gigantecas...

Otros...

Nosotros nos apoderábamos de pantanos,
sobrevivíamos estaciones ásperas,
mientras la hierba desplazaba a la antigua vegetación
blanda y jugosa...

Hoy sólo somos conjeturas...

Se extinguieron las criaturas,
se secaron los continentes,
dormitamos el sueño de la quietud,
exhibiéndonos como muestrario
en las cavernas lúgubres
allí donde el fuego recreaba la imagen tenue de los chamanes...

Donde estuvo nuestra huella
hoy se alza el concreto armado,
donde hubo hierba
hoy se alza el trigal artificial de las industrias

Hoy somos sólo conjeturas...

Sin salida

No la apagues
o ¿te aturdes fácil?
son las palabras
que dejas resbalar como jabón
sobre mi espalda dormida

No la apago
tan sólo respiro
y ese letargo de raíces
me dice que las muertes
se van a dar de golpes
contra los ventanales
los vidrios se estremecen
las partituras vuelan
los golpes de los sentidos
cada vez más agudos
deciden regalarme
un aturdimiento
de meses, años, siglos

No me apago
No me aturdo
tan sólo
No escucho
a los otros
que están mirándome
y sienten que son
que se ríen
que entienden
y
se dejan llevar
se dejan mostrar
ante un anfiteatro vacío
tan hueco como mi corazón
tan lleno de termitas como las ideas
que hilo en este momento
así que no me apago
no me aturdo
tan sólo
es
desear
darle
una golpiza a la cornisa
y dejar caer los restos
de basuras que aún están en mi cieloraso...

Mímesis

Reloj dorado
avanzan las voces
carretera vacía
lluvia
camina en algún punto
un dedo se alza
descubre su rostro
algún farol
hará caer su careta...

Avanza
nombres
rostros
desconocidos
difuminados
en la quietud del pantano
se desliza púrpura
bajo los pasos de la noche
preguntas
respuestas
nadie da su rostro
el lugar de la noche
de los extraños
es la urbana lanzando sus latidos al vacío...
los gritos de la infancia
un cuerpo se desliza en las aguas
elástico cuerpo
sin esperanzas
lanzado a contrapicado
dándole sensaciones
a los que se fijan en sus pupilas...
entrega un sueño frustrado
prestado a la lluvia
la mujer se mimetiza
solo un cadáver rondando
por las calles de osamentas
descubriendo que sólo es un hueso roído...

Camina dentro de mi mundo

Camina dentro de mi mundo
Disuelve el color en el espejo
Espera que los sueños se eleven
a través de los párpados cerrados

Las pestañas se abren
Los ojos reflejan el cielo
El pulso se acelera
los pasos amarillos de la calzada
Piensan y alrededor giran los rostros
Simulan una sonrisa
Adhieren un canto a sus gargantas desgastadas
Ropas desteñidas penden de las pupilas
De los labios las palabras se recortan
De las manos renacen los papeles

Necesitan que resuene una vez más el timbre
Para arrancar el letargo de los dedos

La niña
Se pierde en los escalones
Asciende y desciende

Es la brisa que cruza el espacio
Es la imaginación
Que juega con saltar las casillas vacías
Y llegar al cielo...

Arianna

Imágenes

en las sempiternas escenas
donde el aire es denso
la lluvia teje su mortaja alrededor de los que avanzaron
allí en el centro
la voz de la pitonisa ennegreció el atardecer
lágrimas azules descendieron
ardieron
y olvidaron el palpitar de los que alguna vez fuimos...

Aprendimos a silenciar los labios
y cerrar los ojos
los ángulos de nuestras pisadas
el rastro que dejamos
intacto
el fuego en la colina y el horizonte recortado
las luces imperceptibles encendiendo el cielo
las aves dibujando sus mensajes

Mi silencio entre las paredes
la muerte insignificante ante nuestros rostros
respirando a través de los poros las esporas que elevan nuestros cánticos

Libertad
a mi silencio
el mar y tu voz
los ciclos se reinician
abre los ojos
estamos en nuestro hogar
los sueños se liberan
el pasado empieza a girar
el presente es una multiplicidad de imágenes contrapuestas
ensamblar
unir
atar
los lazos que caen con la lluvia...

La ciudad de los desconocidos

El viaje desde mis raíces
hasta donde golpea tu corazón
frío metálico lunar
ingrávido e inocente
latir celular
como una melodía frenética enredada en mis dedos
ojos que penetran hasta llegar a la sed de nuestras médulas...

Tú conoces este latido
es nuestro códice secular
palpitando
ondulando
secretamente
allí en las venas que se rozan entre el calor
entre los susurros imperceptibles
rasguñando el tacto invisible
danza
voces
luces
el perpetuo latir de nuestro corazón...

Corremos
atravesamos la calzada secreta
un halo de luz fusiona nuestras sombras
dos en el asfalto
íntimos cuerpos que se comunican a través del silencio
la ceguera de los otros tangente a nuestras sombras
el silencio cabalgando en nuestras cavidades
paralelas
inagotables
luminosas
en ese pequeño trazo de luz
en la calzada
entre los pasajeros que viajan junto a nosotros a través de la vía...

Somos vestigio en este segundo
somos vida en los labios
somos nosotros en un encuentro
siempre casual e inevitable
en la gran ciudad de desconocidos...

Brebajes

Petróleo difuso en la planicie de tu playa
mar que desgarra el horizonte
escaleras descendiendo al crepúsculo de tu insomnio.

Redes enroscadas al madero de tu silencio
rieles que no aceptan viajes ni pasajeros
siniestra voz que me adormece.

la lluvia azul/ pálida/ descascarada
ahuyenta los latidos de molinos.

Siento el eclipse alinear mis alas
uniendo la noche y el día en muestros ojos.
Ausencia de lunas
ausencias de soles
espuma envenenada
negro palpitar
detrás de los espejos de arena
oleaje
agonía
muerte
pólvora vertida en mis hombros
árbol que crece
frío que trepa
noche acuchillando mis ojos ingrávidos
río que mece el caudal de los otros
sangre que fluye
grito de cadenas devoran el momento
la carne cae sobre la arena
se hunde la tristeza
el rojo enciende
el sueño se apodera
las voces grises se alejan
se quiebran los huesos en las hogueras de los silencios...

Barcos Noctámbulos

Barcos Noctámbulos

Serpiente que repta a través del bosque,
buscando entre las mudas piedras
aquellas olas que descarguen su semilla...

Frío, desazón de miembros,
noche deletreada a pincelazos nefastos
canto fúnebre desde la torre de los despojados
mares arrastrando cadáveres,
cediendo el paso, prolongando los infinitos senderos
hasta rozar el pétalo de sueño
que pende de tus pupilas en sombra...

Océano abriendo su costado, otorgando cenizas a los desiertos parajes
flotando en la lejanía inconclusa de presencias estrelladas
contra los muros de silencio...

Destierro sediento de luz
cruces marcando el lugar de las arañas agazapadas
allí donde ruge el silencio
donde calla el grito
donde amanecen las lunas
donde yacen los soles
se mecen los barcos noctámbulos paralelos a mi agonía...

Artificial serenidad

Artificial Serenidad

Percepción de murmullos convexos a tu oído
oír el silencio,
ahuyentando las voces del abismo,
el camino se abre
como vena entre los espejos,
el árbol sacude sus hojas y deshace sus raíces,
la fruta muere sin germinar semillas,
la luna aplasta el milagro de los sin voces...

Has abandonado las armas
Y sometido los días
a los portadores,
socavaste tus leyes,
incineraste tus ritos
enfrentaste el destierro
donde el miedo,
el horror
y las lágrimas
se volcaron como mares sobre tu espalda desnuda...

Las leyendas
son decretadas ahora por labios desérticos,
ignorantes de los misteriosos ciclos naturales
Y pese a que el hambre de los ancestros grita en tus entrañas
te has transmutado en reptil urbano,
enajenado en selvas pavimentadas
bajo la artificial serenidad del cuchillo brutal
que cercena tu memoria
y te envuelve en la tela arácnida de los imposibles.

Imaginaria resistencia

Permuto el silencio
por un grito
ahogo el llanto,
secuestro sonrisas,
me estropeo los ojos con los silencios...

Es la sombra de mi ternura
el cascabel ahuecando mi destino
corrompiendo mis grietas
en los pocillos intocables
lastimeros
ácidos
amarrados
a vigas de madera
que muerden el atardecer
y sacuden los somníferos que se deslizan por mi lengua...

En el sendero
rasgado por dedos hambrientos
sepulto la palabra libertad
dibujada en los murales
perpetrados por mi fatigosa memoria...

Es la cárcel
el océano de mi garganta enmohecida
Es la libertad
amordazada a los pliegues de mi alma...

Desdoblando los pañuelos
que despiden otra tarde
Observo
desde mi ventana
Llamas
incinerando mi esperanza
Perturbación
desmembrando las sílabas
Esclavitud
imaginaria resistencia...

Tangencialmente

Un cielo se oculta en las pupilas oscuras
es el rasgar de los vientos
frente a los pasadizos ocultos
donde el aire es denso
donde mi memoria oscura y fría
aguarda en su rincón algún recuerdo que no se destroce frente a los espejos...

Mi vida transita entre los errores
las verdades vestidas a ciegas
los secretos paridos en noches de luna llena
entre los cantos que recité
y las voces que se callaron mientras las despedíamos al atardecer...

Entre esas otras voces
tu voz me habla
desde los confines
desde la vida resbalando de su origen
ocultándose en los flequillos que el viento remueve
y que agitan las palpitaciones de este duro corazón

Te veo aún entre la multitud despidiendo a los otros
y el llanto que jamás se agitó en tu alma
en mí se vierte como una cascada invisible
que nos une más allá de los tiempos
más allá de los espacios que ocupan nuestros cuerpos.

Siempre en el centro de los círculos
en el perímetro de tu avenida
tangencialmente oculta y muda
mi presencia te besa
y recobra los hilos de un telar
que florece en mis manos cada verano
y que duerme intacto en tus ojos...

Naufragio

Naufragué en esta entrega
me perdí en tus manos y en tu acento
y estoy aquí esperando a que la mañana se calle
y me dé un respiro de atardecer rosa

Naufragamos
dijimos al viento de la noche
y a las horas
y pisoteamos lo poco de conciencia
que quedaba en nuestros labios

Naufragaron, dirán los otros
los que nunca han sido de nadie
los que creen amar
los que creen que sienten
los otros
los fantasmas
los que muerden mi sombra y la estrellan contra el pavimento

Sí, naufragaste, niña,
tú desde el poniente
con tus ojos inmensos
con tu boca deseable
con tu cuerpo
con tus manos
prohibidas
y selladas
para mi contacto...

Traiciones

El viento ávido de hojas
penetra en el caldero de tu sueño
fuego violento abrasa el bosque
la confianza atrae la fiereza de tu vientre
me cubren las cenizas los párpados llagados
la piedra filosa arranca los pétalos
a ésta, mi ligera memoria

El rayo arrastra la complicidad de lo inesperado
el abismo escupe la soledad
enlutando el cuerpo claro bajo luces abismales

Hemos alterado los ciclos
hemos contemplado más inviernos
la flor en nuestras manos se marchita

Somos los caminantes
enlazando la verdad
consumiendo el contacto
asesinando el cielo...