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Arianna

Las voces de Arianna

Suavemente

Suavemente Desperté
con el deseo de desatar mi navío
y emprender el viaje
los sueños arrojarlos al océano
para que tornaran al color azul
antes de perpetuarse amarillos bajo el sol desértico...

Arrojo las palabras
desnudo los verbos
acaricio los sustantivos
los adjetivos me inquietan
enamoro a un adverbio que detiene su tiempo
y me acaricia los labios cuando lo pronuncio

SUAVEMENTE

las preposiciones se han retocado frente al espejo
y juegan a ser complementos de alguien
engatuzando a los espectadores
silenciosos
enajenados
extraños

Sonrío
y las conjunciones construyen su puente
para musitarte:
estás vivo
te espero

SUAVEMENTE

papiroflexia

papiroflexia Muñeca de papel
plegada al margen de este océano de hojas
enhiesta en la soledad de olas imaginarias
azules que se oscurecen en sus ojos fijos
papiroflexia en tus manos
en tus oscuros dedos
vas doblando esta figura
tras un naranja que inventaste en tus noches de insomnio
cuando aún eras un adolescente
y el mundo se deplegaba en las millas que debías recorrer para alcanzar mi voz de pájaro
encerrada en su prisión de cristal...

Ahora
que los atardeceres caen sobre mis manos
doblo y desdoblo tu imagen
a veces cercana
otras perdida en mis silencios
y mientras giran los soles
mis lágrimas
arden
entre los sueños
que incinero
mientras adhiero la rosa al tallo de papel...

Conversaciones con mi espejo

Conversaciones con mi espejo ¿Un reflejo que se desvanece?
¿Un reflejo que gira sobre su propio eje?

¿Un reflejo cansado de mirar los rótulos?
¿Un reflejo enamorado de sí mismo?

Un canto triste
se apodera de mis horas
es tan frágil ser espejo, Arianna,
es tan sutil la distancia
entre los dedos y tu reflejo.

Me llamas
desde el espejo
deseos de abandonar todo
para ir a ese mundo
en que todo se mide al revés

¿Un reflejo secuestrado de una revista?
¿Un reflejo que proyecta sombras?

Una tarde deliciosa,
esconderse en la alberca con agua tibia
y añorar el juego de peces
¿recuerdas?
cómo mi corazón latía frente a tu mirada severa
cómo mis lágrimas se secaban con tu risa
cómo jugábamos a ser estatuas de mármol?
¿un reflejo es un reflejo?
¿Un reflejo escondido en mi retina?

Una noche
frente a ti
descubrí mi hermoso cuerpo
reflejado
era pálido
azucarada las mejillas
los labios encendidos
me habían besado
era mi primer beso
Tú te reíste
dijiste que no sería la última vez
y claro
no lo fue...

¿reflejo de miradas enamoradas?
¿reflejo de muchacha con el torso desnudo?

¿Lo recuerdas?
te trizaste
y ocultaste el rostro
para fingir las lágrimas,
yo malinterpreté tus lágrimas
supuse un adiós
una lluvia de adioses
un trueno en mis oídos
no me percaté que también
lloraba
Y esa noche me alejé
para recorrer el mundo...

Sé que sigues ahí
frente al descanso de la escalera...
no obstante,
sé que no me esperas

¿un reflejo se quiebra cuando
se da cuenta que está enamorado?
¿un reflejo calla cuando sabe
que ha olvidado a quien amaba?

He sido feliz,
desde que te dejé esa tarde
he visto soles y lunas
y he decorado mi vida
con las dulces luces otoñales
Dime
y
tú, espejo
¿Aún sigues amando todos los reflejos?

La mujer

La mujer Tras ella,
el desierto se abre como una lengua candente,
entre cerros dorados y fuego
En el presente están las sombras
En el presente,
las gradas oscuras...
A la izquierda,el silencio;
a la derecha, el grito;
al centro, ella
con su cabellera rojiza,
con su rostro desafiante,
víctima de la locura
y del descascarar fórmulas ya reiteradas...
Ella sembrando en los huertos,
recogiendo huesos y reconstruyendo esqueletos,
rearmando historias,
hilando sueños...
La mujer que se anhela,
que se desea
y se prohíbe
La mujer cautiva en su propias palabras
La mujer que mira y petrifica
la mujer que avanza solitaria
sin más armas que cuentos y leyendas
que moran en su boca de hoguera
La mujer que desata sus cabellos
libres al viento
la mujer buscadora de tesoros
captadora de intuiciones
de frágiles ensoñaciones
Ella:
la niña, la mujer, la anciana
que muerde manzanas y recoge lirios
Olvidada de sus raíces
y que sigue avanzando
por las veredas del infierno...

Mi septiembre

Mi septiembre En medio de estrellas
me encuentro
buscando la explicación a tu silencio
buscando en las arenas de mis días
algún indicio que me responda el porqué de tu ausencia

Mi boca no siente tu beso
mis manos parecen sentir sólo cristales
mi cuerpo es una marioneta del viento
pensé que este septiembre sería distinto
que germinaría una primavera
de tus labios de mis labios
mas me equivoqué
¿dónde descansar mi tristeza?
¿dónde esconder mi dolor entre tantos papeles?
¿dónde olvidar si no hay olvidos?

Testigos
los años
los silencios
las palabras que no se dijeron
que queman mi lengua

¿Dónde quedaron nuestros cuerpos?
tendidos sobre la arena de tu silencio
secando mis palabras
bajo un sol que no pestañea
sólo palpita en mis venas
humedad
lágrimas
silencios

Ella

Ella Ella
Se desliza por la pista sola
Sus manos se trenzan
Sus pies juegan con el viento
El rostro se envuelve de luz
Son
Ella
y
La pista de hielo

Los sueños
Se van destejiendo de su madeja
Redes azules
Que cubren sus cabellos y manos
Una vuelta y se dibuja un ave en el hielo
Que alza sus alas y se aleja veloz
Hacia el infinito

Gira
Un salto
Y queda de frente al pasado
Sus pies cuentan los nudillos de un quipú
Sonríe en esa libertad de deslizar su cuerpo
Sobre la corteza gélida
Y sentir que puede cortar el aire con la navaja de su patín
Girando
Proyectando sombras que van cobrando vida
Una historia
Un amor
Cuanto imagine se crea bajo sus pies
Cuanto sueña
Se va recreando en esa alfombra blanca
Es feliz
Allí donde nadie más conoce sus secretos
A veces
Me acerco
Y le hablo
Me regala una flor con su giro
Me regala una ilusión
Otras sólo gira y veo mi vida proyectada en ese piso frío
Y caen mis lágrimas
Porque sólo ella tiene la llave para liberar mi mundo

Quisiera

Quisiera Debes ser el viento de la tarde que suavemente viene a dormir en los pasillos y acantilados de mi rutina... debes ser el secreto que guardo escondido en las palmas de mis manos... debes ser las flores deshojándose y estrellándose contra el pavimento, contra la luz de esta tarde...nadie pregunta nada, y yo avanzo sobre el cemento que arde de anhelos, que arde en el alquitrán, en las avenidas, en las calles vacías, en los autobuses, en los paraderos, en las cunetas, en los cables de electricidad, en los tejados de las casas...y nadie responde a mi llamado, nadie me entrega sus manos para así percibir los colores de este día, nadie oculta su mirada en mi mirar, el cansancio, la soledad, la nada van trepando sobre mí, solitaria, lúcida, inexplicablemente me van carcomiendo y siento el cansancio de estos años, de estos días en que mi frenética búsqueda va llegando a su fin y las lágrimas van salando mis mejillas, mis labios se oprimen y nadie me escucha, porque la tarde va desgranándose, va secando sus prendas en este sol estival y de las ventanas penden los sueños multicolores , y yo no los puedo ver...no puedo percibir tus palabras, tus melodías, el color de tus ojos, la calidez de tus manos, porque hoy no siento, soy un árbol más bajo este cielo que se recorta azul y turquesa, bajo este sol que proyecta y alarga mi sombra, bajo este sol que acaricia tu rostro y que me niega a percibir las formas...depositaré mis sentidos sobre la tierra húmeda, dejaré que trepen en mí los pequeños aromas, las pequeñas melodías que envía el sol y que me envuelvas con tu lejanía... aunque no estés, aunque no vuelvas, aunque mis dedos se nieguen a medir la distancia verdadera que hay entre ellos y tus dedos, quisiera que este canto tocara tu oído y te besara, depositara sobre tus manos la ofrenda que he preparado para ti...

Tal vez

Tal vez Las últimas palabras quisiera decirlas al viento, querido amigo...Tal vez tú las entiendas... tal vez tú puedas descifrar sus acertijos... tal vez tú puedas darles alas a mis ensoñaciones y hacerlas volar más allá de estos cielos y de estos valles... tal vez tú puedas entender los signos que encierro en mi corazón... tal vez tengas la clave para comprender que los pájaros que duermen en mi alma son las naves que desean llegar a ti...no lo sé... mi ropa huele a tu esencia. a tus días, a tus soles, a tu tierra... en mi cabello, tu aroma... en mis manos, tu inocencia...en mi cuerpo, el hueco de tu cuerpo...mi voz es una prolongación de tu voz... cómo decirle esto al viento y que él te lleve lo que yo encierro dentro de mí... cómo decirte que tú eres mi canción... tal vez con sólo escuchar el susurro del viento lo comprendas... tal vez cuando esta noche camines por las avenidas desiertas y sientas el roce del viento, entiendas qué caminos transitan lo que hoy siento...tal vez lo comprendas, amado mío.

No dejaré

No dejaré Miraremos el mismo atardecer, cada uno en esa profundidad de millas en la que tus manos y las mías sueñan con encontrarse y detener el tiempo, el espacio, los vientos y caminar bajo la planta de la luna, traer entrelazados en nuestro cuerpos el aroma de la primavera, el aroma del sol, de la lluvia y de las estaciones...no dejaré que la distancia se interponga entre tus sueños y los míos, no dejaré que los silencios calen hasta llegar al hielo de los cristales, no dejaré que el pasado nos amarre y nos destroce las sienes sin que tu mano se amolde tan lejos de mí que sea imperceptible... no, no dejaré que la tarde caiga sin que tú no me mires... no dejaré que la nada se apodere de mi proa y me haga desfallecer en esta angustia de estar atada al mástil de un subjuntivo que me enarbola y me lanza el rayo de la indiferencia, no dejaré que los vientos sacudan mis sueños y se los devore sin preguntar, sin darme la oportunidad de mirarte y susurrarte al oído las palabras que aún no te he dicho... tan lejos y tan cerca que si cierro los ojos percibo tu aroma, tu piel, tu mirada... tan lejos que la tarde se confunde con la voz del viento que me grita que tú eres solamente una sílaba que mi boca pronuncia .... tan sólo un sueño que envía señales desde el norte...

Noche de verano

Noche de verano Mi boca
tu boca
mi lengua
tu lengua
espejos que se trizan
en los azules sueños
que prodigamos al viento
una madrugada de verano
y los besos caían en cruces sobre mi cuerpo
ardiente
poseso
entre gemidos
bocas que se encontraban
lenguas que se enredaban
saliva
labios
pasión
manos
cuerpos
adheridos
como corales

Ese verano
ardiendo en mis venas
hurtado
a los dioses
guardado en los confines
de la memoria
donde todo es
sensualidad
aromas
fuego
mareas
espuma

Cometas

Cometas Acostumbraba a elevar cometas
en los acantilados
en las planicies
donde el viento
corriera y tirara del carrete
elevaba los sueños
por sobre las cabezas de muertos
que rondaban mis silencios
y abofeteaba con dulzura
la ira que me mordía

Acostumbraba a trepar los más altos árboles
y dejarme deslizar por las verdes ramas
tan solo para sentir dentro de mí
el grito vegetal de las raíces encantadas sanando aquellas heridas
que ardían
tan sólo dejando en libertad
los hilos que atrapaban mi cometa...

Durante años
fui capaz
de sellar los labios de los huracanes
y propinarle sanación a quienes me miraban

Hoy
sólo soy
alguien que arroja sus hilos
hacia el cielo
sin más sueños
que el murmullo de las olas
rompiendo en mis tímpanos
sin más sueños que aquellos abandonados
al sol
para que fueran secados
como acuarelas
como simples pinceladas de una niña ingenua

Hoy
en mi delirio
aún deseo poder sentir
calor en mis huesos roídos
en este cuerpo que muere
aún las cometas se elevan
buscando el azul
de un sueño que se durmió en mi ovillo...

Los días

Los días Pienso
la vida es este océano
y deslizo mis naves hacia el puerto
oscuridades que trazo con el pincel
y las luces como hormigas descienden hasta mis ojos
sin preguntar
respondo sin hablar
las lluvias han hecho crecer un cerezo frente a mi ventana
los soles han girado sobre mis pasos
me han tomado de la mano
y el paisaje se ha vuelto ausencia...

Los ciruelos han estallado en flores
los atardeceres anaranjados que pintaste en mis ojos
han ido alargándose
trepando a través de mis párpados
y los azules de nuestros sueños se han tornado celestes bajo un sol que lo muerde
y lo abrasa todo...

Sigo latiendo en los círculos
sigo creyendo en las lunas
cuando las estrellas
giran sus ojos cómplices
envío una palabra para que los vientos del norte la recojan
y la depositen en tus labios...

Mensajes

Mensajes Te envío
el color rosa,amarillo y verde
de las hojas
que tapizan mis veredas
atrapo un color y lo deslizo por mi memoria
hasta que te toque
y se construya un cuadro
en el que tú y yo avanzamos
descalzos bebiendo la tarde
la brisa besando nuestros cuerpos desnudos
nuestras manos jugando con el viento
enlazando los sueños que dejamos tejidos a través del tiempo
en un espacio
en una tarde
en otoños donde las mareas cubrían nuestros pies
y nos alejaban del mundo...

y mi mano roza en un segundo las paredes de tu cuarto claro
y mis ojos tropiezan con la esencia de tu alma
que me lleva al principio
donde éramos sólo calor,
luz
y
amanecer...

El Hombre del Mar

El Hombre del Mar Entre las llamas
avanzas
lentamente
sin preámbulos,
te despojas de tus miedos,
eres el impulso,
la lluvia que ha caído sobre mi rostro
todos los inviernos
y ahora que te espero
que sé que existes
que respiras
que recibiste mi mensaje
y lo ataste a la proa de tu navío,
me vuelvo hija de la impaciencia,
los latidos de mi corazón
se hacen poderosos,
mis manos tiemblan.

Dime
¿la espera es eso?
el destino tiene aroma
a mares y redes profundas
a peces que giran,
a boca que besa y muerde
y sella mis palabras.

¿Es esto la espera?
el tejer la madeja
con dedos temblorosos,
el desatar mi vestido,
cubrir mis labios,
revestir de olores mi cabello,
mirar hacia el norte,
esperando que las velas
asomen y me dejen ver tu rostro.

¿Es la espera este sentir la lluvia rauda en mi rostro,
el sentir que el aliento se paraliza,
sentir mis manos presa de otras manos,
de una dulzura,
de un beso prometido,
que viaja
enarbola,
revolotea,
que mis ojos se anidan de lágrimas
de búsquedas,
de sinos,
de palabras
que recité
y que eran para ti
¿Es esto la espera?

Dios, concédeme
vida
para divisar las velas
de su velero
concédele fuerzas para no sucumbir
al olvido.
Tú sabes
cómo anhelo
su palabra
aromando mis labios,
su océano inundando mi cuerpo.
Un silencio
que no sea este martillar letras.

¿Esto es la espera?
¿sentir que la vida es una partícula de arena?
¿sentir que la vida
resbala como agua
entre los dedos?

Hoy
y siempre
mirando el norte,
esperando la llegada
de un imposible
o de aquel que trae en sus manos
los mensajes que he dejado
en cada puerto.

Hoy
y siempre
enciendo las velas,
mientras la lluvia
y las olas azotan mis sentidos
¿estarás de regreso?
Las estrellas son más cercanas allí
en tu cielo
y así
como los alejandrinos
leían su destino
yo espero
que Tú,
el hombre del mar,
avance a mi encuentro.

La memoria de los árboles

La memoria de los árboles
el soñador
quien trajo el fuego
y esgrimió blasfemas a los dioses
desde siempre
mi sangre fue un río
que navegaba hacia tus costas
tejiendo la leyenda
de tu nombre

Ahora que estás frente a mí
y que puedo sentir los escalofríos
de mi entrega en tu cuerpo
Ahora que eres parte de mí
como un átomo
como una molécula más de mi aliento
sacramentos
promesas
las he guardado en los baúles
las he dejado olvidadas
allí a los pies de la playa
el oleaje las llevará lejos
no me importan los códices
no me interesan los juramentos
cuando bajaste
y mis ojos te dibujaron en las retinas
supe
que los oráculos se cumplían
que eras tú
entre todos
quien haría cantar mi tierra

las voces del bosque así lo profetizaron
las raíces
los tallos
las hojas ululan bajo este amor
la memoria de los árboles
es eterna
cuando caminen otras por tu tierra
sentirán que no eres de ellas
porque tu espíritu habita desde siempre
junto al mío
tu camino es mi hogar
el fuego que nunca perecerá...
Podremos amar a otros
mas tú me llevas desde siempre
y nuestros nombres estarán
en la memoria de los árboles
aunque nuestros cuerpos
sean leños que naufragan
en mares opuestos...

Mi Plegaria

Mi Plegaria Cada noche
en mis sueños
elevo una plegaria
y la envío hacia el norte
buscando en ella
tu beso
aquel que deslizaste en mis labios
y que hiciste girar en mi cabello
prometiendo que regresarías

Desde entonces
mis palabras
se han convertido en la música
que se vierte en mi alma
como un pocillo de colores
agrupando el océano
y las marejadas
la luna me envuelve con su reflejo

Mi plegaria
entre el galopar de corceles
y los vientos orientales
traen tu voz
dormida en mi pecho
como una caricia
como una dádiva
entregada con los labios
y mis ojos se endulzan de tu recuerdo

La lluvia
los días soleados
la nieve
rozan mis ventanales
cristales
hielos
sueños que se entrecruzan
con tu silencio
mi boca
que sueña dibujar en tus manos
mis caderas
pintar mi cordillera
lagos
cielos
témpanos
aguas azules
donde dejo navegar mi amor
en esta noche de plegaria.

1 (de Las voces de Arianna)

1 (de Las voces de Arianna) 1
Tintas
palabras que se amoldaron a tu lengua
cuántas de ellas
llenaron corazones vacíos
y te hicieron hermosa
y te hicieron creer un cuento
¿Te extrañas?
No lo creo
el tiempo trae arena a tus palabras
y lo que alguna vez fuiste
desaparecerá detrás del polvo
de tardes de estío
de lluvia acariciando vidrios
de primaveras donde germinan
los recuerdos
y nacen otras palabras
otros silencios
Ríes

tu corazón negro
se regocija al ver mi desolación
tu muerte extraña
como
pasajera
sin tranvía
sin boletos de vuelta...
¿Inocencia?
¿Ingenuidad?
Vestimentas que nunca te calzaron
levanta el rostro
Un poco de dignidad
a tanto hueso roído
a tanta Vanidad absurda.
Es mi vanidad la que está frente a espejos cóncavos
mis venas arden
bajo siete cuchillos de filo de luna
no me prodigues palabras
sé que tengo derechos
sobre mi cabeza y mis palabras
no arranques lágrimas
a esta debilidad mía
que tiene sabor de sangre
y huele a muerte...
Espejos convexos
besos que se pudren en los abismos
nada dejaste
en mí
sólo un viaje
que pertenece a otra
nunca a mi piel
nunca a mis labios
nunca a mis dedos
palabras
verbos
que se adhieren a mí
como una humillación
como un ovillo
en mi costado
Dolor
sacrificio
¿Dónde me llevan hoy?
Muero
atrapada en este espejo trizado
espada
copa
ardiendo
en mis labios.

Antígona

Antígona Antes de separarnos dijiste:
"lo importante es que te descubras"
Ahora que han pasado los años
y que las mareas han vuelto a su cauce
que los días se han trizado en tus lentes de sol
y mis sonrisa es una mueca de ironía
quisiera no haber reconciliado esas palabras
y haber actuado impetuosa
olvidarme de la perfección
No haber escuchado tu optimismo exacerbado...

No deseo lograr ningún mérito contigo
no quiero cultivar sentimientos adecuados
para seguir este camino
la circunstancia jamás fue crucial...

Le daré la espalda
a la poca humanidad que me resta
y seré el ente esbozado
detrás de las caretas
de los múltiples carnavales
que desato por las vías...

¿A quién le importa descubrirse?
¿te importó mostrar algo de tu humanidad?
¿tuviste conciencia de ser un elegido?
¿tuviste la fuerza para ser más de lo que me exigiste?

Estamos aquí
como los hermanos que siempre fuimos
tú en los infiernos
yo en las puertas de la muerte...
en mis manos está enterrarte
y pagarte un pasaje al descanso
a cambio de mi vida
a cambio de mi libertad
¡Sería tan fácil salir de Tebas!
¡Sería tan fácil olvidar!
¡Sería tan fácil abandonarte a tus odios!

Mas soy tu hermana
eres mi sangre
inútil retorcer los hilos impuestos por los dioses
inútil que me rebele a esta condición de mártir
gratuitamente adjudicada

Arranco la tierra
y te cubro con ella
y con ella descubro mi cobardía
mi miedo a ser libre
mi miedo a los recuerdos
mi miedo a los dioses
mi miedo a descubrir mi propio rostro...

3 (de Las voces de Arianna)

3 (de Las voces de Arianna) Me contabas un cuento
y el miedo trepaba por mi espalda
la transpiración cautivadora
de tus perversas historias...

Subía cada noche al ático
a escuchar tus historias
a morder mis labios para ahogar el grito
y trenzar mis piernas
para no ser víctima de una huida precipitada
por los escalones hacia el salón...

Llegaste de improviso
una tarde de lluvia
hojeaba el álbum de fotografías
y susurraste a mi oído
Provecto encanto
se apoderó de mí
y fui incondicional a tu hechizo
a tus palabras que relamían la rutina
y las trocabas en conjuros
en episodios espeluznantes
pesadillas y temores
que aún se me aparecen
por las esquinas desiertas...

¿Cuándo desapareciste?
¿Cuándo el poder de tu palabra
pereció?

Intento recordar
mas el aullido de la ciudad
me perturba
y olvido
desato los cordones de mis zapatos
desabotono mi blusa
escudriño en los pasajes
ocultos de mi inconsciente
y olvido

Amnesia
Dolor
Lágrimas
No sé...

Mi infancia ha muerto
se ha suicidado
en su reemplazo ha dejado
a la otra
a la cuerda
a la amnésica...
a la mujer de tacones altos
y vestido rojo...

Oymara

Oymara Incendiaron el bosque,
las llamas
devoraron el sendero,
lo sellaron con su beso maléfico
y rotularon de sangre
las aguas del río...

Sacó el alma,
abrió el pecho,
ofreció el corazón
para el sacrificio...
Humo,
lágrimas,
fuego,
maíz sembrado bajo las cenizas...

Un reflejo
en el pozo blanco,
sin cielo,
espíritu errante,
sin nombre,
corazón de lluvia negra,
reina del lodazal,
así la llamaron...

El olor de los muertos
cosido a sus huesos,
la cabeza
brotando del barro,
prisionera de sesenta horas
tejiendo su mortaja
entre el lamento,
el llanto
de los huérfanos
saturando el aire...

Rostro de barro,
ojos de arena,
labios dibujados
con tierra y agua,
fruto que no maduró,
arcilla que no cuajó,
greda que no trazó sombras...

Oymara,
la vejez no fue tu aliada...
irreductible,
enterrado tu nombre,
eterna,
desnuda,
hija de las piedras,
te dormiste en las faldas
del trigo hecho agua...